Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- Los vemos en plazas, parques, o en la calle. Hombres y
mujeres, jóvenes o mayorcitos, que se ponen las zapatillas y corren hasta
que el cuerpo les pide “basta”. Estamos ante un extraño fenómeno. Muchas personas corren porque buscan adelgazar o tonificar el
cuerpo. Otros lo hacen para socializar, algo difícil de lograr en las grandes
ciudades. Y siempre
están los que siguen la moda, y punto. El riesgo es que, ante semejante fanatismo, olvidemos nuestros límites y
necesidades.
Hay que entender que todos los excesos son malos y no todas las personas tienen
las mismas características biológicas y biomecánicas. Con
el boom de las maratones mucha
gente corre sin un adecuado control traumatológico (articulaciones,
estado muscular, biomecánica) y cardiológico.
Hacen 21 y 42 kilómetros
como si fuera un juego y es allí donde comienzan las lesiones y los
problemas. No todos podemos salir a
correr sin sufrir consecuencias negativas. El
running es una actividad extenuante y no
hay que exigirle al cuerpo más allá de lo prudente. De
lo contrario, pueden sufrir las articulaciones y el
corazón.
- Primeros pasos
1- Para empezar a correr
se requiere un mínimo de estado físico. En una
primera etapa, se puede alternar entre caminatas
y breves lapsos de trote.
2- Lo importante es no
arrancar de golpe. Que
sea de manera gradual, planificada,
sumando estímulos y objetivos. Si se empieza con rutinas muy exigentes,
se pueden sufrir lesiones.
3- En el aspecto
ortopédico, se sugiere realizar una
evaluación de columna, cadera y desviaciones. También tener en cuenta antecedentes de escoliosis y fracturas, que puedan alterar el patrón de marcha o carrera. “Nunca
hay que forzar el organismo”.
- Los que NO deberían correr
El running no está
recomendado para las personas que tienen:
- Sobrepeso: las actividades de impacto están contraindicadas para cuerpos en los
que las articulaciones deben soportar mucho peso. Es mejor empezar con bicicleta
o caminatas y acompañar con una dieta saludable.
- Problemas
cardiovasculares, de presión y otras complicaciones: en
estos casos los médicos no autorizan realizar la actividad.
- Osteoporosis o
problemas de articulaciones: quienes tienen artrosis pueden sufrir inconvenientes, ya que con cada paso
damos un golpe a las rodillas y los tobillos.
- Etapa de
rehabilitación: tras
una lesión articular o una cirugía de rodilla no es apropiado salir a correr.
El avance debe ser gradual y es primordial fortalecer las articulaciones en
la vuelta a la actividad física.
- La edad es un
impedimento: No es un problema en sí mismo, pero hay que
tener especial cuidado con los que empiezan a hacer actividad de grandes,
deben tener un tiempo prolongado de adaptación antes de realizar esfuerzos
importantes. A mayor edad son más recomendables las caminatas.
Fuera de la lista de los
“NO”, cualquier otra persona que se lo proponga puede correr.
- Beneficios de correr
- Todas las formas de actividad física son
beneficiosas para su salud, así que ¿por qué elegir correr de entre otro
tipo de ejercicio?
- Lo puede hacer
cualquiera. Correr es
accesible. Prácticamente cualquiera puede ponerse unas zapatillas y
convertirse en un corredor habitual, aunque puede que necesite empezar andando
y aumentar la velocidad gradualmente.
- Es práctico. Correr es barato y fácil. No necesita
mucho equipamiento caro (tan sólo un par decente de zapatillas) y puede
correr por cualquier lugar que sea seguro para caminar. También le
permite aprovechar el tiempo porque puede empezar directamente sin
necesidad de desplazarse a ningún lado antes.
- Le mantiene en forma. Correr y otras formas de ejercicio
cardiovascular son un modo magnífico de mejorar su forma física, porque
aumentan la frecuencia cardíaca, proporcionan una sesión de
entrenamiento efectiva al músculo del corazón y mejoran la circulación.
Una mayor capacidad aeróbica hará que las actividades cotidianas como
correr para coger un autobús o subir las escaleras le resulten más
sencillas. También reducirá el riesgo de sufrir crisis cardíacas,
angina, hipertensión y derrame cerebral.
- Le ayuda a mantener
la línea. Correr es una
forma estupenda de mantenerse en forma. Una persona con un peso de 60 kg
quema unas 300 calorías de media al correr durante media hora a una
velocidad de 10 minutos por 1,5 km, empleando más energía que en muchas
otras formas de ejercicio. Una vez empiece a correr regularmente, su
composición corporal cambiará. Perderá grasa y desarrollará el tejido
muscular.
- Es bueno para los
huesos. Correr, junto con
otro ejercicio en el que cargue con el peso del cuerpo, ayuda a
fortalecer los huesos. Correr es especialmente beneficioso para los
adolescentes, cuyos huesos están todavía desarrollándose, pero también
puede ayudar a ralentizar la pérdida natural de densidad ósea en los
adultos que se produce con los años.
- Es bueno para la
mente. Correr puede ser
bueno para la mente al igual que para el cuerpo. El ejercicio es muy
beneficioso para la salud mental. Los corredores a veces hablan del
"subidón de los corredores", un sentimiento de euforia,
energía y armonía durante o después de correr. Independientemente de que
se busque o no el "subidón de los corredores", está comprobado
que hacer ejercicio mejora el humor y la autoestima, ayuda a dormir y
libera estrés. Una única carrera a la hora de almorzar es suficiente
para reducir los niveles de estrés.
- Le da tiempo para
desconectar. Muchos corredores
perciben las salidas a correr como un momento para escapar de un estilo
de vida frenético. El aire fresco, el paso rítmico y la respiración
regular son relajantes y correr solo o con amigos puede darle un
sentimiento de libertad y hacerle olvidar sus problemas.
- ¿Algo más? Si con eso no es suficiente, recuerde que
correr es un medio de transporte gratis, sin atascos, atrasos de trenes
o autobuses llenos.
- ¿Tiene algún
inconveniente? Tal vez, si es la única forma de ejercicio
que practica. Está comprobado que correr frecuentemente a lo largo de la
vida puede aumentar el riesgo de dolores de cadera y posiblemente
artritis, así que es importante que se plantee también alternativas a
correr. Correr emplea principalmente los músculos de las piernas.
Asegúrese de que hace algo de ejercicio con la parte superior del cuerpo
como pesas libres para mantener un equilibrio de fuerza entre la parte
superior e inferior del cuerpo. Los entrenamientos cruzados también
pueden reforzar los músculos de las piernas y ayudarle a evitar lesiones
como problemas de rodillas. Tenga cuidado para no convertirse en un
fanático de correr. Correr se puede convertir en una actividad obsesiva
y, de hecho, algunas personas pueden llegar a centrarse demasiado en la
distancia recorrida y en correr para mejorar la forma física. Para
cosechar los beneficios para el cuerpo y la mente, practique este
ejercicio en su justa medida y disfrútelo como parte de un estilo de
vida completo y activo.
- Recuerde: antes de iniciar una actividad física, es aconsejable hacer una
consulta y chequeo médico.
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